CUIDADOS generales
Todas nuestras joyas están elaboradas en Plata 925, o en bronce con baño de oro.
Con los debidos cuidados y protección, conservaras tu joyería por mucho tiempo.
Aunque la plata 925 es altamente duradera y mantiene su brillo natural, a veces puede reaccionar oscureciéndose debido a la exposición al aire o la luz.
Una limpieza regular con un paño adecuado de Joyería o de algodón, prevendrá la suciedad y preservará su brillo.
Los cristales y piedras deben ser tratados con cuidado. Evitá golpes y caídas de las piezas ya que pueden dañarse.
LIMPIEZA de las Joyas de Plata 925
Una de las formas más seguras y fáciles de limpiar la mayor parte de las joyas es con un jabón neutro y agua tibia, utilizando además un cepillo dental. Los cepillos de dientes resultan ideales para la limpieza al llegar a las zonas difíciles. Si una joya está muy sucia, dejala en remojo durante 10 minutos antes de enjuagarla con agua limpia, y luego secala con un paño suave y seco.
CUIDADOS especiales de las Joyas enchapadas en Oro
Te recomendamos tener un especial cuidado con las piezas enchapadas en oro, ya que poseen un recubrimiento que en caso de no cuidarlo adecuadamente, puede desgastarse.
Se debe evitar el contacto directo con perfumes, cremas, maquillaje y otros productos químicos que sean abrasivos.
Evitá bañarte, hacer actividad física o dormir con las joyas puestas.
Durante el verano no las utilices para bañarte en la piscina o en el mar, ya que tanto el cloro de la piscina como el salitre del mar pueden ocasionarles daños.
La velocidad con la que el color del oro va desapareciendo depende de muchos factores, como el cuidado de la pieza, el uso de productos químicos en la piel, el nivel de sudoración corporal o incluso el nivel de PH de la piel de cada persona. Por estos motivos, es muy importante tener un cuidado adecuado de tus joyas bañadas en oro.
¿CÓMO GUARDAR LAS PIEZAS?
Para que tu joyería se mantenga como nueva, te recomendamos guardarla en una bolsa individual, en su embalaje original o en una caja cerrada. No la guardes junto con otras joyas para que no se rayen. Intentá evitar que entre en contacto con el aire, con la luz directa o la humedad, ya que esto puede conllevar un deterioro de la pieza.